-No te lances al agua en zonas desconocidas, con poca profundidad desde una altura elevada o donde pueda haber obstáculos como piedras, ramas o exceso de bañistas.
-Comprueba cuidadosamente la profundidad del agua antes de sumergirte y evita bucear o saltar en aguas turbias, donde pueden no ser visibles otros nadadores y objetos.
-Introdúcete en el agua lentamente o tiraté de pie antes de hacerlo de cabeza y, en ese caso, recuerda que los brazos deben situarse en prolongación del cuerpo para proteger el cuello y la cabeza.
-Ten especial cuidado con los niños cuando éstos estén cerca de aguas recreativas, incluso, cuando la profundidad sea pequeña.
-Si se produce un accidente, y ante la necesidad de traslado, hay que inmovilizar el cuello del herido, no mover la columna y avisar a un profesional para que acompañe al accidentado, evita en lo posible los vehículos utilitarios particulares.
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